top of page

Tienen clases a la intemperie y en casillas de chapa

  • Foto del escritor: Javier Disparti
    Javier Disparti
  • 24 oct 2014
  • 3 Min. de lectura

Se acerca el final de clases y muchos edificios escolares están como empezaron. Varios alumnos convivieron durante todo este año con paredes y techos dañados, servicios básicos defectuosos e incómodas instalaciones por falta de infraestructura.

Uno de estos problemas ocurre en la escuela técnica 4-213, que funciona desde 2007 en la escuela primaria "Lorenzo Barcala" de Alto Salvador, San Martín. Desde entonces, sus alumnos y profesores piden al gobierno la necesidad de contar con un edificio propio que albergue la cantidad de estudiantes que, hace años, padecen la falta de aulas.

Allí, los estudiantes del nivel Secundario tienen clases en una pequeña casilla de chapa y en otra, de mayores dimensiones, desarrollan actividades curriculares de cocina y laboratorio. Incluso, en ciertas ocasiones, se dictan clases en el patio o en la pequeña galería de la escuela Barcala.

Además, los alumnos reciben clases en dos aulas conformadas dentro de un SUM que fue tabicado con durlock. Del mismo modo, el establecimiento también cedió dos aulas que se utilizan según las necesidades diarias que tengan los docentes del establecimiento educativo.

“Es evidente la falta edilicia que tenemos, en nuestro caso trabajamos en la elaboración de productos agrarios y requerimos de un espacio como un laboratorio adecuado para que los chicos puedan trabajar”, comentó la profesora Melisa Fraca.

Ante esta situación y para evitar problemas, directivos de ambos establecimientos han acordado diferentes horarios de recreo y de Educación Física, para que los chicos de la primaria o del nivel Inicial no tengan contacto con los estudiantes de la secundaria.

Actualmente, la escuela técnica cuenta con alrededor de 140 alumnos en turno mañana y tarde con horas en contraturno. En los últimos años la matrícula se incrementó considerablemente ya que es la única secundaria rural ubicada en Alto Salvador.

Por este motivo, debido a su ubicación, no sólo asisten chicos de los barrios Los Olmos, López y de un asentamiento inestable de ese distrito, sino que también llegan desde diferentes puntos de Montecaseros, Chapanay, Chivilcoy e incluso de la Ciudad de San Martín.

"De esta escuela egresan jóvenes con la misma modalidad (Industria de Procesos) que la escuela Moisés Chade, de Alto Verde, lo que les permite una salida laboral en esta zona frutihortícola y vinícola, evitando en muchos casos su desarraigo", explicó Fraca.

Por este motivo, desde hace varios años, alumnos y directivos de la institución vienen reclamando ante las autoridades la necesidad de contar con un edificio propio, cuya construcción está proyectada detrás de la escuela Barcala, en un terreno que fue donado en el año 2008 por Humberto Valestra.

Desde entonces, el Concejo Administrativo de la Enseñanza Pública de Mendoza aprobó la donación a través de la resolución 574-HCA-2009. Incluso, hace dos años, el Concejo Deliberante de San Martín declaró de Interés Educativo Regional y Departamental la construcción del nuevo edificio.

Sin embargo, a pesar de las diferentes resoluciones y de los reclamos que vienen realizando desde hace varios años, la comunidad educativa de Alto Salvador continúa esperando una respuesta concreta sobre la construcción de dicho establecimiento en la calle Cerecetto, a metros del Carril Costa Canal Montecaseros.

"La situación es insostenible; a mediados de este año, cuando exponíamos nuestros productos en el Paseo de la Patria, tuvimos la posibilidad de explicarle la situación al intendente (Jorge Giménez), quien se comprometió a darnos una solución, pero aún no ha sucedido", indicaron a Este Online.

El nuevo establecimiento prevé que tenga doce aulas para el dictado de clases (son seis años de cursado), un salón de usos múltiples, una sala de informática, cocina, laboratorio, comedor, dirección, sala de profesores, preceptoría, office, sector de recreación y sanitarios.

El lugar contará con pozos sépticos para la descarga y eliminación de las aguas residuales de las actividades internas del edificio educativo. A su vez la escuela cuenta con servicio público de electricidad, agua potable y también con gas que, actualmente, se provee desde un zeppelín.

"Solamente reclamamos condiciones básicas y dignas para que los alumnos puedan recibir una mejor calidad de educación para su formación profesional. Es muy triste saber que ellos buscan mejorar sus vidas y formarse profesionalmente, pero no cuentan con las comodidades requeridas para desarrollarse plenamente en un ambiente donde pasan la mayoría de su tiempo", finalizó un directivo.


 
 
 

Entradas recientes

Ver todo

Comentarios


  • Instagram
  • Facebook
  • Behance
  • LinkedIn

©2025 Javier Disparti. Todos los derechos reservados.

bottom of page